lunes, 23 de junio de 2008

Entrevista a Alecto, la Furia



“La entrevista no es un arte, es un negocio. Hubieras escrito poemas, me hubieras pintado un cuadro"

Euménides, Erineas o Furias, son el grupo al cual pertence la princesa de inframundo. Nacieron de la sangre que cayó sobre Gea cuando Cronos le cortó los testículos a su padre Urano. Por lo tanto, se deduce su malignidad por no ser hija de Júpiter. Es considerada la verdugo principal de los mortales que caían al inframundo, pues se encarga de castigar la ira, la soberbia y los pecados peor connotados. Es hermana de Tisífone y Megera y tiene cabeza de perro, alas de vampiro y pelo de serpientes.

Por Javiera Hidalgo

Difícil entrevista la mía, pues tuve que buscar la forma de bajar a los infiernos y lo primero que hice fue pecar terriblemente hasta que me encontré mágicamente bajo tierra. El problema es que tenía miedo de que Alecto me metiera serpientes en el corazón como hizo con Turno por pedido de Juno para crear la guerra entre Rútulos y Troyanos. Me encontraba en el limbo al infierno – como muy bien lo retrataba Dante, pero más cruel, más árido y la vi: Tenía serpientes vivas en el pelo y los ojos rojos, me miraba con odio. El escenario era horrible, para arrepentirse, pero no había vuelta atrás, así que hablé:

Su majestad Alecto, reina indiscultible del inframundo, he pecado sólo para verla y llevar su justicia allá arriba, aunque no sé si pueda volver.
Volverás como Dante, sólo si haces y dices lo que yo quiera. Por tus pecados, estás condenada a las peores torturas que no dudaré en aplicar contra ti si me desobedeces.

Muchas gracias
No me agradezcas antes de tiempo, yo soy traidora, en el infierno no se cumplen las palabras cuando se dicen. Ni menos yo las cumplo, yo soy el diablo de los cristianos: Satán, lucifer o como le hayan puesto en su error. Ahora sabes y lo gritarás a mil voces: el diablo es mujer y tiene cara de perro.

Ok, procederé si total ya estoy aquí. ¿Es cierto que eres hija de Urano por la sangre que cayó de sus testículos sobre Gea?
Sí, sangre impura nacida del fraticidio de los miembros del ex rey antes de que el ursupador de Júpiter trajera sus huestes, tropel de imbéciles que rigen el mundo, los padres de la decadencia son los dioses del olimpo.

Entonces, los mitos son ciertos, se debería tener más fe en ellos.
Antes tenían fe, pero en el proxeneta de Júpiter nada más. Siempre ha sido lo mismo. Siempre han caído muchos al infierno por su culpa. Deberían creer en mí, o en Plutón, mi amo y señor y tendrían un lugar privilegiado a mi lado. Pues yo soy toda poderosa y cuando se me permite subir a su tierra provoco las peores calamidades: ¿Conoces esas torres que se cayeron en el peor país del mundo? Ja ja ja . Fui yo, que además de diabla soy comunista y odio esas oficinas que alimentan el neoliberalismo. El tema del mito es algo que no debiera cuestionarse, de hecho si me vuelves a preguntar olvídate de subir, pues ¿cómo te atreves a dudar de mi existencia?

Perdón, era para llevarlo allá arriba , es que ahí nadie cree en los mitos.
Lo sé, por eso están destinados a las peores calamidades. Ahora mismo te meto una serpiente en el corazón, pues me ha surgido la idea de que seas mi discípula.

(Una serpiente de su cabello cruzó mi pecho y me desgarró la piel, pues todavía estaba viva y me dolía)

¿Qué es esto?
No te preocupes. Ahora vivirás con ese dolor punzante en el pecho que te llevará a matar a una lista de personas que generalicé en tu inconciente, a través de tu corazón, por tus venas hasta el hipotálamo con mi serpiente.

¿Qué hago con la ley?
Qué es la ley, más que un invento del hombre. Tú crees que alguien me culpa a mí por las erupciones de los volcanes. El cristianismo hace que culpen a otros nombres de dioses que no existen y yo estoy libre de culpa, así que tú también, pues estarás bajo mi cuidado. No pienses en mi traición, pues esto lo hago por mí y no me conviene abandonarte, sólo por eso. No creas ni que te estimo, ni que me importas, ni ninguna cursilería típica del cielo. Aquí la piedad, la esperanza y la caridad no existen.

¿Cómo no voy a tener miedo?
Así mismo como bajaste hacer una entrevista por plata ¡tonta! Confía en mi serpiente y en tu utilidad. Procura hacer bien tu trabajo y me convendrá siempre tu cuidado. Si no lo haces el hombre te encarcelará y te flagelará en cruces, luego yo te haré pedazos en el infierno por desobediente.

Bajé a hacer una entrevista por el arte
Ja ja, la entrevista no es un arte, es un negocio. Hubieras escrito poemas, me hubieras pintado un cuadro. Ahora estás condenada por ambiciosa a servir a mi séquito. Y no pierdo mi tiempo más contigo, Adiós.

Pero…





domingo, 1 de junio de 2008

Crítica de Cine


“Salo o los 120 días de sodoma y gomorra”, una metáfora de la realidad

Basada en la obra del Marqués de Sade y apropiándose de citas de grandes autores como Baudelaire, Saló es, sin duda, una de las películas más crudas y literales de todos los tiempos. Ahora bien, ¿es censurable? La respuesta es claramente una negativa, pues la película es una analogía de la realidad y de la crueldad sufrida bajo el imperio nazi- fascista en la Italia de la segunda guerra. Además que, se quiera o no, la sodomía existe, y muy pocas veces es tratada con la delicadeza y el arte como aquí se presenta. Estamos en frente de una película de carácter simbólico, poesía convertida en imagen real, por decirlo de una manera, al igual que en el poema, en el cine se representa la imagen mental con gentes de la realidad que se prestan como las palabras para formar parte del poema. Un receptor poco crítico puede quedarse con las imágenes, emitir un juicio moral y si desea se puede parar de las butacas del cine e irse a su casa, cerrar los ojos y dormir tranquilo (aunque puede ser que tenga alguna pesadilla del sufrimiento que le haya causado el mirar la realidad , por haber tenido un momento los ojos abiertos, para volverlos a cerrar, esos son los que suelen tener siempre pesadillas) . Pero un pequeño grupo de personas, además de gozar con las imágenes, tiene una gama de posibilidades de descubrir que hay en ellas y detrás de ellas. Saló es una analogía de las torturas, de todo tipo de torturas, no sólo sexuales. La crueldad sexual es homologable al poder, la institución, la misma Biblia –regularis-, el estado, en fin, todo lo que significa que un grupo privilegiado o con poderes practiquen su autoridad contra un grupo grande de gente llamada sociedad –o un grupo pequeño como en el caso de Saló- . Se imponen sus reglas, eliminando la libertad, eso es lo que representa la mansión donde el presidente, que puede ser el presidente del país, hace a los niños comer caca por placer sexual, como a nosotros nos dan Mac Donalds por placer económico. Saló es un pequeño ejemplo de lo grande. Nosotros el día de hoy vivimos de la misma manera que esos jóvenes y no nos damos cuenta, nos encontramos en una posición aún peor. Preferiría mil veces vivir en esa mansión que aguantar la realidad que es lo mismo, pero en mayor escala y con un mayor grado de ceguedad. A nosotros no nos queman los pezones, ni nos obligan a mear a la gente, pero nos obligan a ser algo que no queremos, nos obligan a mear a la gente sin tener que literalmente lanzarles nuestro pipí. Los jóvenes de la mansión nos superan, sólo porque no existía una convención del pequeño mundo sexual que fundaron el presidente y sus magistrados. Nosotros estamos más acabados porque las heces en que flotamos tienen una historia y una cierta formalidad moral que las hace aceptables a la vista gruesa de la sociedad. No comemos caca, ni nos penetran el ano contra nuestra voluntad. El panorama es más terrible aún, pues el hecho de que el juego de la realidades - mundiales, regionales, provinciales, hasta llegar a nuestros propios hogares en la enumeración- sean convencionalmente aceptados no los hace mejores, sino peores para los que se dan cuenta, para los que abren los ojos. El filme es terrible no por su literalidad sexual, sino por su trasfondo. La literalidad es mucho más linda que la idea que hay detrás de todo aquello. De hecho, hay una imagen muy bella al final de la película, cuando dos niños que no han sido castigados y que tienen la esperanza de volver a Saló, se ponen a bailar y uno le pregunta al otro por su novia. Lo que quiere decir, que el haber acatado toda aquella perversidad les entrega una cierta tranquilidad, la tranquilidad de las gentes que nunca pelearon por lo que sentían, que no se quemaron por el amor, ni por la justicia y que ciegamente aceptaron y aceptan en la pasividad y dejan que los violen consintiendo el mundo que otros inventaron, las leyes de otros, las convenciones tan antiguas –que en Saló por ser tan nuevas son para nosotros chocantes- pero que al final es lo mismo. Si se hubiese hecho ley la comunidad sexual de aquel presidente, la sodomía sería pan de todos los días, así como el pan es ahora el pan.